domingo, 4 de junio de 2017

LAS RAÍCES DE LAS CRISIS

Los levantamientos de finales del siglo XVIII, en especial en las regiones con una fuerte presencia indígena, fueron el preludio de la descomposición del imperio español en América. Debido a la penuria en que se hallaban las arcas públicas a causa de los conflictos internacionales, la corona española impuso una carga fiscal excesiva en sus dominios americanos. El despliegue reformista que transformó el viejo orden colonial entre los años 1776 y 1787, período en que José de Gálvez ocupó la Secretaría de Indias, tuvo consecuencias divergentes en los distintos territorios. En general, las nuevas medidas favorecieron el crecimiento de las economías portuarias vinculadas al comercio con España.
En cambio, sobre las regiones que habían sido hasta entonces centros neurálgicos del imperio, como Perú, el impacto fue más bien negativo. Las ciudades sufrieron un claro retroceso, como muestra el estancamiento de Lima, y se desencadenó una crisis económica, con caída de la industria y de la circulación monetaria, así como una gran inquietud social a causa de la fuerte presión fiscal, que castigó duramente a las clases campesinas y urbanas, atrapadas entre el descenso de sus ingresos y el alza de los precios. Las poblaciones indígenas, el eslabón más débil del sistema económico, no podían cumplir con estas imposiciones; sufrieron los abusos de los corregidores, y no encontrarían otro camino que enfrentarse a esa opresión con métodos violentos.

El siguiente vídeo es solo una de las miradas que podemos encontrar en los procesos de independencia en América Latina, este fue el caso Colombiano, tomamos como fuente de apoyo a Súper O histórico, pues creemos visibiliza elementos importantes de dicho proceso. 

TÚPAC AMARU






Hijo del cacique Miguel Condorcanqui, nació Surimana o quizá en Tungasuca hacia 1738, y se educó con los jesuitas en el Colegio de San Bernardo de Cuzco. Durante un tiempo se dedicó al negocio del transporte entre las localidades de Tungasuca, Potosí y Lima, para lo cual contó con un contingente de varios centenares de mulas; hizo también fortuna en negocios de minería y tierras. Hombre educado y carismático, llegó a ser cacique de Tungasuca, Surimana y Pampamarca, y las autoridades reales le concedieron el título de marqués de Oropesa.
Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar una rebelión contra las autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares) estalló por el descontento de la población contra los abusos de los corregidores y contra los tributos, el reparto de mercaderías y las prestaciones obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas y obrajes).

LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU

Ante el intolerable estado de las cosas, las represiones, la explotación y la violencia por parte de los colonos, se produjeron numerosos alzamientos, de intensidad creciente, y que tuvieron escenarios y razones variadas; pero en Perú y en el territorio de la Audiencia de Charcas, las manifestaciones más o menos puntuales de descontento popular se transformarían en una sublevación general que sacudió los cimientos del orden colonial. Debe decirse que Túpac Amaru intentó primeramente promover, de forma pacífica, reformas que aliviasen la insoportable situación de sus protegidos. En 1776 se trasladó a Lima para solicitar que se exonerara a los indígenas de los servicios de mita y de la abusiva explotación que padecían en los obrajes. Pero todas sus reclamaciones fueron desatendidas y en 1778 volvió a su cacicazgo de Tungasuca.

La revuelta no se haría esperar. El alzamiento se inició el 10 de noviembre de 1780, con la ejecución del despótico corregidor Antonio Arriaga, que había sido apresado en Tinta por sus partidarios. Túpac Amaru lo mandó ajusticiar en la plaza de Tungasuca, ordenando asimismo la destrucción de diversos obrajes. Como respuesta inmediata, las autoridades de Cuzco enviaron una expedición punitiva formado por mil doscientos hombres, que cayó derrotada en Sangarará el 18 de noviembre.

Presentamos el siguiente vídeo, como material de apoyo para tu aprendizaje. 


TÚPAC KATARI


Uno de los sucesos más trascendentales en los que participó Túpac Katari fue el levantamiento indígena de la región aymara en 1781. 
“Fue uno de los más cruentos en la historia de la ciudad de La Paz, la cual fue cercada dos veces. El primer cerco duro desde 13 de marzo hasta el 3 de julio de 1781. Luego se dio un intermedio en donde las huestes de Katari fueron desalojadas de sus campamentos por el Coronel Ignacio Flores. El Segundo Cerco se instaló desde el 7 de agosto hasta el 17 de octubre del año antes dicho”, destaca Mamani.
El hecho que definió el fin de los cercos fue el rompimiento anticipado de la “cocha” o represa de agua que se preparaba con el fin de que cuando esté terminado, se suelten las aguas de río Choqueyapu y estas terminen por derrumbar los muros de la ciudad. Esta acción fue realizada con éxito en la localidad de Sorata, pero esta vez no rindió frutos en la ciudad de La Paz.
“Una vez capturado fue trasladado al pueblo de Peñas, el 13 de noviembre de 1781 se le tomaba las declaraciones por parte de Tadeo Diez de Medina, quien lo encontró culpable de alta traición y lesa majestad, condenándolo a morir descuartizado atado a cuatro caballos, pena similar que había sufrido Tupaj Amaru. La sentencia se ejecutó el 14 de noviembre de 1781 en el pueblo de Peñas”, dice el historiador. 
Su cruenta muerte se convirtió en un símbolo de rebeldía y de lucha para los pueblos oprimidos. “Cuando se empezó a utilizar la figura de Túpac Katari, esta era un sinónimo de rebeldía, de inconformismo y de que es posible hacer retumbar los cimientos de una sociedad cuando los indígenas se unen. Se lo ha enmarcado como un jefe inclaudicable, radical y temible que se atrevió a levantarse contra el poder colonial español, en este sentido es el máximo héroe aymara cuya figura se ha reconstruido y mitificado”, subraya Mamani.

REVOLUCIÓN DE LOS COMUNEROS.


La insurrección de la revolución de los comuneros fue levantamiento armado gestado en el virreinato de la Nueva Granada en 1781. Este tuvo lugar en lo que hoy es el departamento de Santander Colombia. Este levantamiento estuvo motivada por la necesidad de reclamar un mejor tratamiento económico y una rebaja de impuestos por parte de la corona española.
Esperamos que el siguiente vídeo de apoyo para una  reflexión útil y para tu aprendizaje.



LAS RAÍCES DE LAS CRISIS

Los levantamientos de finales del siglo XVIII, en especial en las regiones con una fuerte presencia indígena, fueron el preludio de la desco...